La apuesta saudí por el streaming deportivo: ¿Qué significa para el futuro del deporte?

Por Pablo S.R
A Coruña – Febrero 2025

 

Hace unos años, ver un partido significaba sentarse frente al televisor y encender un canal deportivo. Hoy, la forma en que consumimos deporte ha cambiado por completo. Plataformas de streaming, suscripciones digitales y acuerdos multimillonarios han redefinido la industria.

Y ahora, Arabia Saudí quiere ser quien decida cómo vemos el deporte.

El país, que ya ha revolucionado el fútbol con fichajes millonarios, creado su propio circuito de golf y traído la Fórmula 1 a sus calles, ha dado un paso más allá: invertir en DAZN, una de las plataformas de streaming deportivo más importantes del mundo.

¿Qué significa esto? Que el deporte ya no solo se juega en el campo. Ahora también se juega en las pantallas, en los derechos de retransmisión y en la batalla por controlar la audiencia global.

Y Arabia Saudí, una vez más, se ha metido en la partida.

De comprar equipos a controlar la retransmisión

La estrategia saudí en el deporte ha sido clara: comprar equipos, patrocinar competiciones y atraer eventos de primer nivel. Pero su entrada en DAZN sugiere algo más ambicioso: controlar cómo se transmite el deporte y quién se beneficia de ello.

Aquí es donde entra DAZN MENA, la nueva empresa conjunta entre DAZN y el fondo saudí Surj Sports Investment, que gestionará su expansión en Oriente Medio y el Norte de África.

Este movimiento no responde a una obligación regulatoria. Arabia Saudí no impone la necesidad de un socio local en el sector deportivo o de telecomunicaciones. Pero sí es una jugada estratégica con múltiples beneficios:

✔️ DAZN gana acceso a una región con millones de nuevos suscriptores.
✔️ Arabia Saudí refuerza su posición en la industria del streaming deportivo.
✔️ Ambos diversifican su negocio y expanden su influencia global.

En un mundo donde cada vez más aficionados ven el deporte en streaming, quien controle la retransmisión, controla la narrativa del juego.

Los eSports: el otro gran negocio saudí

Pero esto va más allá del fútbol y la Fórmula 1. El próximo gran golpe saudí podría no ser en un estadio, sino en una pantalla de gaming.

El país ha invertido más de 38.000 millones de dólares en la industria de los videojuegos y los eSports. Algunas de sus jugadas más destacadas incluyen:
🎮 Compra de ESL y FACEIT, dos gigantes de los torneos de eSports.
🏢 Creación de Savvy Games Group, una empresa estatal para liderar el gaming global.
🌍 Construcción de infraestructuras de gaming en NEOM, su ciudad futurista.

Y aquí es donde DAZN podría convertirse en una pieza clave.

Los eSports aún no tienen una plataforma de retransmisión dominante en el mundo del deporte. Con la inversión saudí, DAZN podría ser la primera en integrar grandes torneos de videojuegos en su catálogo, atrayendo a millones de espectadores jóvenes y expandiendo aún más el poder saudí en la industria del entretenimiento.

¿Qué significa esto para el futuro del deporte?

Más allá del crecimiento económico, la influencia de Arabia Saudí en el deporte plantea preguntas clave:

¿Quién toma las decisiones en el deporte?
Si un solo país controla equipos, ligas y ahora la retransmisión, ¿podrá influir en las reglas, los calendarios y el acceso a las competiciones?

¿Cómo afecta esto a la competencia?
Si DAZN se convierte en un actor dominante bajo influencia saudí, la venta y distribución de derechos deportivos podría cambiar radicalmente.

¿Dónde está el límite entre negocio y sportswashing?
Arabia Saudí ha sido acusada de usar el deporte para mejorar su imagen global. ¿Deben las ligas y federaciones aceptar esta inversión sin cuestionamientos?

El futuro del deporte ya no se juega en el campo

Arabia Saudí no está comprando deporte. Está redefiniendo su estructura de poder.

Ya no basta con poseer clubes o atraer eventos. Ahora quieren controlar cómo, dónde y quién ve el deporte.

Su participación en DAZN es solo una pieza más en un rompecabezas mayor. Puede que hoy su inversión sea minoritaria, pero si algo ha demostrado Arabia Saudí es que rara vez entra en un negocio sin intención de liderarlo.

En pocos años, podrían pasar de ser un socio estratégico a ser dueños de una parte clave del streaming deportivo.

El deporte ya no se decide solo en los estadios. Se juega en plataformas digitales, en despachos de inversión y en las estrategias de países que han entendido que el entretenimiento global es poder.

Y Arabia Saudí, una vez más, ha demostrado que está dispuesta a jugar a lo grande.

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