La industria del deporte y el entretenimiento evoluciona constantemente, y es esencial adaptarse a los cambios y a las crecientes expectativas de los aficionados. Los estándares tradicionales han quedado atrás; hoy en día, se espera mucho más del deporte que la mera competición o el consumo convencional de las marcas. Cada acción debe generar un impacto positivo en la comunidad, trascendiendo lo deportivo para convertirse en un motor de cambio y conexión significativa.

La industria del deporte, cuando se orienta hacia el modelo Impact for the Community (I4C), no solo impulsa el crecimiento en B2C y B2B, sino que también fortalece su identidad y construye relaciones auténticas y sostenibles con las comunidades, generando un impacto positivo que va más allá del negocio tradicional.